Título: El Jardín de los Ciervos
Autora: Patricio Sturlese
Género: Suspenso gótico
Año: 2019
Editorial: Penguin Random
No. páginas: 544 páginas
En entrevista exclusiva gracias a la librería El Hombre de la Mancha, tuvimos la oportunidad de conocer un poco más al escritor Patricio Sturlese.
Patricio Sturlese, argentino de nacimiento, lanzó su primer libro El Inquisidor en el 2009, transformándose en un éxito en ventas. Una novela de suspenso dentro de un ambiente gótico que cautivó a los lectores hispanoamericanos.
Su segundo libro La sexta vía y tercer libro El umbral del bosque, formaron parte de esta gran saga.
Hoy nos presenta, su más reciente obra: El jardín de los ciervos en la Feria Internacional del Libro de Panamá 2019.
Una novela que me he devorado en pocos días, la magia del género histórico ha encontrado una nueva pluma que nos lleva por el camino de la historia, de los personajes reales y de un escenario fantástico.
Conozcamos un poco más sobre su última novela:
¿Qué se significa anticipar que este será un best seller, un libro que se está lanzando simultáneamente en varios países?
Es muy grato saber que la obra va a ser leída en tantos países, y me emociona pensar en ese reencuentro con todos los lectores que leyeron mis anteriores novelas, quienes ahora seguramente están con muchas expectativas por descubrir lo nuevo, así que mi vivencia en cuanto al lanzamiento simultáneo es de alegría plena.
Su primer libro fue lanzado en nuestra Feria del Libro de Panamá 2007. Y ahora nos invita a adentrarnos en El jardín de los ciervos. ¿Hay diferencias en el estilo de escritura del Sturlese de hace 12 años?
Seguramente tras 12 años se encontrará algún ligero cambio en el estilo, y esto es lógico porque en todo este tiempo un autor cobra experiencia y eso se transmite directamente en el enfoque que uno le da a los escritos. Igualmente vale decir que mi última novela, El jardín de los ciervos, sigue teniendo el mismo espíritu que las primeras, siendo una novela gótica de misterio, terror y suspenso. Por lo que garantizo que esta nueva novela vibra en la misma frecuencia que las primeras.
¿Cómo se nutre para escribir novelas de ambientación histórica de un pasado de hace 4 o 5 siglos? ¿Por qué prefiere ese ambiente histórico?
La documentación es parte fundamental de mis escritos y es por ello que mis novelas tardan varios años en llegar a las librerías, sin embargo no lo es todo, también compagino estos estudios con mis viajes a los lugares donde transcurren las historias. Así combino la documentación con la ambientación, con la parte más física y vivencial, donde se puede sentir el frío de las piedras, ver los castillos, los sótanos, los monasterios, y luego el arte de combinar ambas cosas para volcar todo en una escena, la cual forma parte de un capítulo, con la intención de que el lector lo capte de una manera cinematográfica y pueda sentirse dentro de dicha escena.
Prefiero el ambiente histórico porque es el marco donde más cómodo me siento y me muevo. Me gusta la historia, leo mucho sobre los sucesos de aquel entonces y me gusta mucho reconstruir aquello que hoy en la actualidad ya no existe. Los ropajes, los carruajes, la forma en que se desenvolvían los pueblos, la cultura del pasado. Todo eso es un desafío, y considero que en mis libros lo histórico se configura como un telón de fondo que acompaña la trama.
Es un ejemplo de crecer en la adversidad. La crisis en Argentina del año 2001 lo transformó en escritor. ¿Cuál mensaje le da a esos escritores que sueñan ver sus libros convertidos en best sellers?
Mi consejo para los nuevos escritores es que perseveren siempre. Que tengan presente que aun los escritores más renombrados, alguna vez fueron desconocidos y tuvieron un primer escrito. Por lo que no es necesario llegar con un nombre al mundo de las letras y que todo se basa en trabajo, constancia y perseverancia. No hay otro secreto para el éxito, sino el de ser perseverante. Amando siempre lo que uno hace.
Gracias, Patricio, por regalarnos un emocionante libro de aventuras, que como escribió en su última novela, no lo hubiese sospechado la Reina María Antonieta ni Luis XVI.