En Más allá del Invierno, Allende lo volvió a lograr.
Para quienes la conocemos desde La Casa de los Espíritus, sin afán que se nos revele la edad, indudablemente hemos visto que Allende logra superarse novela tras novela.
Isabel Allende es una de las mejores expositoras de la novela latinoamericana en los últimos treinta años. Ha mantenido la profundidad en sus personajes, sin perder la fantasía en sus novelas, pero en cada una, en cada una de ellas, logras identificar un personaje o una situación en tu entorno.
Personajes
La forma en que se unen los puntos de un catedrático judío americano, una profesora chilena divorciada y una inmigrante guatemalteca, puede resultar un poco frágil e irrelevante al inicio de la novela.
Pero desde ese punto, ninguno vuelve a hacer el mismo de antes.
Siempre recuerdo la frase de Steve Jobs, en su discurso en Princeton, en el que indicó que los puntos de la vida en algún momento se unen y logran un trazo con sentido.
De esa manera inicia Más allá del invierno. Con puntos totalmente divergentes, que de pronto, se unen en una situación peculiar.
Una profesora chilena, divorciada, sobreviviente del cáncer, de la muerte, y diariamente, de la vida.
Una inmigrante guatemalteca ilegal que nos acerca nuevamente a la triste realidad latinoamericana que muchos compatriotas viven en este preciso momento en que leemos esta reseña.
Y un catedrático norteamericano, que a simples luces parece el que tiene la vida más normal de este trío, pero que esconde una tristeza tan profunda, que ha prohibido que se asome para el mismo.
Trama
Allende inicia la novela con una cita de Albert Camus:
En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible
Una tormenta de invierno en New York, donde el otoño se atrasó llegando a confundir hasta los pájaros emigrantes, es el telón de fondo de la novela.

Todas las recomendaciones indicaban que había que quedarse dentro de sus hogares y no laborar durante ese fin de semana, pues el clima era inhóspito y peligroso para todos los habitantes de New York.
No obstante, es aquí donde nuestros tres personajes, Lucía, Richard y Evelyn, deben encontrar el ingenio para resolver un problema inmediato, y durante su proceso cerrarán muchas heridas viejas y quizás encontrarán calor y esperanza en el fondo de sus corazones, que pensaban ya cerrados.
Se destaca el valor humano en cada uno de los personajes donde velar por el prójimo es lo más importante aunque haya que infringir la ley. ¿Es la ley justa de por sí? ¿O la debemos justificar los ciudadanos?
Como lectores reconocemos a la autora en diferentes líneas pues poco a poco Isabel Allende al estar ya radicada en Norteamérica desde hace varias décadas, ha ido incluyendo ese ingrediente tanto en los personajes como en las situaciones.
Debo confesar que al leer la novela, y encontrar elementos tipo thriller, me sentí un poco confusa, pero fue tan bien llevada con la imaginación y la fantasía, que se logra disfrutar.
Les garantizo unos días de excelente lectura.
Gracias por compartir nuestra pasión.
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