Hay muchas situaciones en las cuales se puede prohibir un libro. Ya sea por el ambiente político, por una idea revolucionaria, por razones religiosas porque no era el momento de un tema como ése, o simplemente, porque nadie lo entiende.
Podríamos enumerar muchos libros que han sido censurados en nuestra historia literaria, incluso clasificarlos por género, pero podríamos resumir cinco que nos llaman la atención al tener trascendencia en nuestra evolución como seres humanos.
Nuestro resumen:
«El origen de las especies» de Charles Darwin.
Una de las razones por las cuales Darwin se demoró en lanzar su libro, era que estaba clarísimo que iba a causar revuelo, que lo iban a censurar, y sobre todo, como dice la historia, que su mujer no le iba a hablar más, pues era una gran religiosa anglicana. Y así fue. Publicado a finales del siglo XIX, fue censurado inmediatamente. Hoy en día, representa el inicio de la teoría de la evolución y las bases de la comunidad científica. El argumento más fuerte de Darwin, fue anunciar que el mono era nuestro Adán, y que no surgimos por una fuerza divina.
«El amante de Lady Chatterleys» de D. H. Lawrence.
Publicado en la bella ciudad de Florencia en 1928, encontró obstáculos en la propia ciudad del autor, Inglaterra, donde fue prohibido en los años 40´s. La razón más clara de la censura fue presentar el amor entre una mujer rica casada quien le es infiel a su esposo, con un hombre de la clase obrera. Un hecho inimaginable en los años 30s. El esposo de Lady Chatterleys había sido herido en la guerra, y que le fuera infiel, no era una situación muy favorecedora antes y después de la segunda guerra mundial. Tuvieron que pasar 20 años para que se permitiera nuevamente su publicación, y hoy en día, es uno de los libros más vendidos en su categoría.
«Lolita» de Vladimir Nobokov.
Publicada por primera vez en 1955 en Rusia. Narra la obsesión sexual de un hombre de mediana edad con su propia hijastra, una adolescente de doce años. Un tema, que incluso hoy en día, causa polémica, por lo que fue censurada en Inglaterra y Francia, y considerada pornográfica durante muchos años. Hoy en día muchos expertos la clasifican como un clásico moderno.
«1984» de George Orwell.
Publicada en los años de la posguerra, y claramente anunciando una forma de poder nueva, de comunicación, y de unión grupal, se le catalogó de inmediato de comunista. De hecho, se indica que el mundo de ficción creado por Orwell, es el mundo que estamos viviendo hoy en día, la Era Orwelliana. Ha sido la inspiración de ideas revolucionarias.
Creo que todos recordamos el lanzamiento de la MacIntosh Apple con el tema de «1984 no será como 1984», haciendo alusión a la novela de Orwell e indicando que Apple había llegado para luchar con el Gran Hermano, analogía al poder de la IBM en ese entonces. Una lectura obligada contempóranea.
«Decameron» de Giovanni Boccaccio.
No podíamos terminar el listado sin una novela censurada por la Inquisición. A mediados del siglo XV, en el período de la peste bubónica,
Boccaccio se atreve a redactar varios relatos donde los personajes, siete hombres y tres mujeres, huyen de la plaga hacia las afueras de Florencia. Rotundamente prohibida, pero a su vez, la novela más leída por monjes y por toda la clase florentina. Es un relato interesante y que aun hoy en día, resulta jocosa.
En pequeños rincones del mundo han censurado libros tan infantiles como la Caperucita Roja o algunos más complejos como Harry Potter, por impulsar la brujería.
La censura todavía existe y siempre encontrará una forma de interpretar un libro para lograr no publicarlo en alguna parte del mundo.
Otros censurados encuentran su espacio en el mundo de hoy, como «Mi Lucha» de Adolf Hitler que ya está disponible al público. Te recomiendo leer
¿Cuáles novelas agregarías a la lista? Nos motivan tus comentarios.
Gracias por compartir nuestra pasión.
Yo agregaría los «120 días de Sodoma» del Marqués de Sade, no es una lectura fácil.
Hola. Bien merecía ese libro estar en ese listado. Justificaba un listado de 6 obras prohibidas. Excelente aporte. Gracias por comentar.