Título en español: La Lección de August
Autora: R. J. Palacio
Editorial: Knopf Books for Young Readers
N° de páginas: 315
Nivel de inglés: Básico
Sinopsis: August (Auggie) Pullman nació con una diferencia facial que no le permitía ir a una escuela normal—hasta ahora. Él está a punto de entrar a quinto grado en la escuela Beecher, y si alguna vez has sido el chico nuevo, entonces sabrás cuán difícil puede ser. La cosa es que August es un niño normal, con una cara extraordinaria. Pero, ¿podrá convencer a sus nuevos compañeros que él es igual a ellos a pesar de su apariencia?
R. J. Palacio ha escrito un clásico moderno—una novela divertida, positiva e increíblemente conmovedora para leer de una sola sentada, pasar a otros y recordar mucho después de la última página. (Traducción no oficial).
«Creo que la única razón por la que no soy normal es porque nadie me ve como alguien normal».
Opinión personal
En este libro nos encontramos con la historia de August, quien es un niño que presenta el Síndrome Treacher Collins (deformaciones faciales) y por ello había tenido varias cirugías que no lo dejaban ir a una escuela regular. Llegado un tiempo en donde August no iba a tener más cirugías (por no menos no en un tiempo cercano), su madre decide inscribirlo en una escuela. Así que seguiremos a Auggie durante su primer año de clase. Veremos como él se desenvuelve con compañeros y como éstos se desenvuelven con él.
Descubrí este libro ya hace varios años, pero me animé a leerlo ya que hoy, 23 de noviembre, se estrena la película en Panamá y, como toda buena lectora, me dije: «No puedo ir a verla si no leo el libro». Y —OH DIOS— no me perdono el pecado que cometí al no haber leído este libro antes. R. J. Palacio escribe la historia de uno de los niños más adorables y humano que te podrás encontrar. Desde su perpectiva, Auggie nos cuenta como es vivir con su condición y como otra gente lo percibe. Él, como buen niño y adorable nerd de Star Wars, robará tu corazón página tras página.
Además de su perspectiva, contamos con otras cuatro perspectivas más que, si bien al principio pensé que me iban a aburrir, completan la historia de August de una manera enriquecedora que hacen sacar innumerables risas y awws al lector.
«No es más que un niño. El niño con la apariencia más rara que he visto, sí. Pero un niño».
Los personajes de este libro son tan adorables, tan humanos y tan complejos que no puedes hacer nada más que encariñarte con ellos. A excepción de uno de los compañeros de Auggie que… Si leyeron el libro, ya han de tener una idea de quien estoy hablando. Pero, como él no se merece ni una línea más en esta reseña, continuaremos con los que sí importan: la familia de August. ¡Qué familia más hermosa! La familia de August es una con la que varios se podrían ver reflejados. Los padres, en la manera en la que el padre y la madre de August buscan la mejor manera de dar todo como padres, educando a dos hijos a la vez: a un niño con una condición especial y a una hija que está entrando a la adolescencia. Los hijos e hijas, al ver como Via, la hermana de August, lidia con el poco interés que le dan sus padres a comparación de a su hermano o al perder y ganar amistades en nuevas etapas en su vida. Sin embargo, lo que más caracteriza a esta familia, es el gran amor que se tienen unos a otros. Y Daisy, la perrita, es lo mejor.
Este libro simplemente te llena. Así es. Te llena de una felicidad tan inmensa que no lamentarás haberlo leído. Verás de lo bella que es la inocencia en los ojos de un niño, te recalcará que la bondad y empatía son unas de las cualidades más preciadas que puede tener el ser humano, te darás cuenta que las preocupaciones y malos ratos, independientemente de quienes sean, se convertirán en recuerdos y darán paso a bellos momentos. Y, lo más importante, aprenderás que el ser amable puede influir drásticamente en la vida de quienes te rodean.
Si fuera por mí, todos, pero absolutamente T-O-D-O-S estuvieran leyendo este libro, tuvieran una copia en sus casas y sería lectura obligatoria en las escuelas. Hagámosle un favor al mundo y, si tienes este libro, léelo. Luego, léeselo a tu hijo o hija, préstaselo a un amigo, compárteselo a un familiar. Y, así, difunde la bella lección que este libro tiene para ofrecer.
«Todo el mundo debería recibir una ovación del público puesto de pie al menos una vez en la vida».