Título: Americanah
Autora: Chimamanda Ngozi Adichie
Editorial: Random House
Nº de páginas: 610
Género: novela contempóranea
Año: 2017
Hablar de Chimamanda Ngozi Adichie es mencionar a una de las feministas más influyentes en la actualidad.
Chimamanda nació en Nigeria, y viajó a los EEUU para estudiar en Philadelphia. Actualmente su vida transcurre entre ambos países.
Su discurso «Todos deberíamos ser feministas» la convirtió en una referente del femenismo, muy a su pesar, como ella cuenta.
A través de los años, se ha dado cuenta que ser feminista va más allá de un discurso, sobre todo al ser madre y entender que el problema está incluso en los juguetes. De allí nació otro libro, «Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo».
Es un gran oradora. Realmente me recuerda mucho la escritura de Isabel Allende, aunque me guardo mis reservas pues no la he leído en su idioma original.
La trama
Ifemelu y Obinze son jóvenes nigerianos que estudian en un colegio secundario, y que tienen sueños. Obinze es un apasionado de todo lo que sea estadounidense, mientras que Ifemelu es más indiferente a enfrentar ese destino en su vida.
Irónicamente, es Ifemelu quien aplica para una beca de estudio en Philadelphia, empujada por sus familiares. Para sorpresa de ella, gana la beca, y sin darse cuenta, llega a Estados Unidos con pocos recursos, y esperando el apoyo de su tía Uju, quien ya estaba viviendo en dicho país.
Por otro lado, Obinze busca caminos diferentes en Inglaterra, pero con la ruta complicada del inmigrante indocumentado.
El proceso de adaptación de Ifemelu en Estados Unidos es increíblemente interesante. Ella no estaba consciente de su negritud hasta que sale de su Nigeria, donde todos, por supuesto, son africanos.
Al llegar a Estados Unidos se da cuenta de las escalas que existen dentro de los mismos negros. Que no es igual el negro descendiente al negro africano. De las mismas discriminaciones que existen entre ellos.
Mientras tanto, Obinze nos muestra la crudeza de la vida de una persona ilegal en Europa. Es un contraste muy fuerte entre los protagonistas principales.
Ambos buscan ser aceptados e incluidos en ese país extranjero, que debería cumplir sus sueños de adolescentes, que debería ser un mejor país que su Nigeria.
Lastimosamente, trece años después, se dan cuenta que no todo es como lo soñaban.
„me doy cuenta de lo fácil que es dar consejos sobre cómo criar a los hijos cuando no tienes que enfrentarte a la enorme complejidad que implica.“
Nuestra opinión
La magia de Chimamanda como oradora está en su sencillez, y de eso hace gala a la hora de escribir. Es sencilla en su narrativa, pero muy compleja en su reflexión.
Cada página te llama la atención sobre lo que significa ser negro.
Varias situaciones me impactaron como una bala educativa a lo que yo pensaba que conocía o que compartía. Como por ejemplo:
- cuando el sobrino de Ifemelu se siente discriminado en el colegio porque la maestra no le dio bronceador para su piel. ¿Acaso las personas oscuras no se deben proteger del sol?
- cuando se le dice un africano que no debe sentir calor, pues viene de Africa.
- cuando el padre de Ifemelu se molesta porque el novio de ella es descendiente de esclavo, y no directamente de un negro africano.
- la forma en que el africano imita el acento estadounidense para parecerse más, alejándose de su propia identidad.
- la importancia del arreglo del cabello.
La cotidianidad de los temas es lo que más me llamó la atención. La forma en que uno puede discriminar sin querer, por ignorancia y desconocimiento.
Una novela que nos cambia la manera de ver las cosas, que nos enseña que tenemos todavía mucho que andar en el camino de la igualdad.
Recomendada.
Gracias por compartir nuestra pasión.
5/5